De forma general, se puede definir como un sensor inteligente aquel equipo en el que uno o más elementos sensores y algún acondicionamiento de la señal son integrados en la misma pastilla de silicio o forman un pequeño sistema miniaturizado. En muchos casos se considera inteligente desde el momento que tiene capacidad de comunicación digital.

Los sensores inteligentes son un conjunto en el que uno o varios elementos sensores y algún instrumento de acondicionamiento de señal se disponen en una misma unidad física, es decir, la combinación de un sensor analógico o digital con un procesador, una memoria y un controlador de red en una misma placa.

Un sensor inteligente aporta información a los datos obtenidos para dar soporte a la toma de decisiones y al procesamiento distribuido.

Un transductor inteligente es un transductor o actuador analógico o digital combinado con una unidad de procesamiento y una interfaz de comunicación.

A medida que los sensores y actuadores se vuelven más complejos, brindan soporte para varios modos de operación e interfaz. Algunas aplicaciones requieren, además, tolerancia a fallos y computación distribuida. Esta funcionalidad de alto nivel se puede lograr agregando un microcontrolador integrado al sensor / actuador clásico, lo que aumenta la capacidad de hacer frente a la complejidad a un precio justo.

En el campo de la visión artificial, una sola unidad compacta que combina las funciones de imagen y las funciones completas de procesamiento de imágenes se denomina a menudo sensor inteligente.

A menudo se fabrican con tecnología CMOS, VLSI y pueden contener dispositivos MEMS [2], lo que reduce el costo. Pueden proporcionar salidas digitales completas para una interfaz más sencilla o pueden proporcionar salidas cuasi digitales como modulación de ancho de pulso.

Ventajas:
Compacto
Mayor confiabilidad
Costo más bajo
Se puede hacer usando procesos CMOS existentes.
Facilidad de uso
Almacenamiento de datos electrónicos
Autoindicación
Auto-corrección
Pantalla automática